España: Norte y Sur

Nota antes de comenzar: entrada dedicada a Garrido (Arke por estos lares), que me ha pedido que hablase un poco sobre esto que digo yo de las diferencias entre el Norte y el Sur. Dicho de otra manera, me ha salvado la entrada de hoy, y creo que ha quedado una buena entrada interesante. Juzgar por vosotros mismos. Si queréis que toque algún tema en especial tan sólo comentármelo, y seguramente estaré encantado de hablar al respecto (salvo que me vea totalmente fuera del tema, claro).

Si yo te digo que en esta imagen estás viendo España, seguramente pensarás que sobraba tal explicación. Pero si yo te digo que te voy a enseñar a las dos Españas, posiblemente no sea algo tan claro como ese mapa anterior. Veamos lo que viene a ser el inicio de esta entrada, de este pequeño análisis, de esta gran diferencia:

Este mapa está hecho con los datos recabados por el INE sobre el desempleo del primer trimestre del 2012. La primera observación a hacer es que se trata de una tasa trimestral, con lo que debe compararse con la media del primer trimestre del 2011, no con la media del año anterior. En cualquier caso, tal comparativa no es relevante en este caso. No vengo a comentar tal desempleo, o sus aumentos o disminuciones respecto a otros años, lo relevante es esa delgada línea roja que separa, casi sin notarlo, España en dos mitades perfectas, el Norte cuyos niveles de desempleo se encuentran siempre por debajo de la media nacional, y el Sur, cuyos valores engordan tal media.

Como sabemos, en una media siempre hay valores por encima y por debajo de la misma. Por eso es una media. Pero, y que casualidad (realmente no es fruto de ninguna casualidad), que ninguna Comunidad Autónoma (CCAA) del Norte la supere, ni ninguna del Sur se sitúe por debajo.

Pero, aunque me gusta inducir, vayamos del caso general a este particular. Cualquier persona que vea el telediario diariamente (cosa que desaconsejo a los más pesimistas), sabrá que se ha hablado especialmente hace meses de la Europa del norte y la del sur. Esto es, puedo demostrar que tal diferencia, que se muestra en Europa tan claramente, es extrapolable para España, y viceversa. De hecho, podría seguramente demostrar que hay ciertas diferencias muy interensantes en buena parte de los países del mundo, aunque sería forzar la máquina y tener que quizás hacer un poco de demagogia. Por tanto, me centro en nosotros mismos, en España, y como mucho me respaldo en esa idea de que  Europa, como todo, hay dos, una al norte y otra al sur.

Lo primero que quiero hacer notar es que si juntamos todas las CCAA del norte excluyendo Madrid (caso aparte dado que se trata de la capital además de ser el eje del sistema) y Cataluña (excluída porque se trata de una CCAA ubicada en el Mediterráneo, y esto, como diré más tarde, es motivo de exclusión), el total de parados del resto de nosotros suma cerca de 930.000 personas. Valencia y Canarias, solas, baten ese número con creces. Si lo comparamos con Andalucía, la cifra del Norte es raquítica, nada que hacer frente a sus 1.329.600 parados. Es decir, esto no es sólo una cuestión de tantos por ciento. Estamos diciendo que once millones quinietas mil personas que habitan en esas CCAA del norte cuentan con cuatrocientos mil parados menos que una CCAA con tan sólo ocho millones y medio. Si midiésemos cuántos habitantes hay por persona en paro (que no se trata de la tasa de paro, cuidado aquí), podríamos afirmar que hay más de doce personas (estudiantes, jubilados, trabajadores...) en el norte por parado, mientras que en Andalucía, esta cifra es de más de seis. Es decir, cercana a la mitad. El número de parados en su población es terriblemente superior.

Entonces es aquí cuando comenzamos a preguntarnos que a qué se puede deber esto. Podemos elucubrar mil cosas, con mil indicadores (la mayor parte respaldan la idea de esa bipolaridad Norte-Sur). Podemos apoyarnos en que, si miramos el PIB per cápita del Norte y del Sur, hay otra vez esa delgada línea roja. Entonces podemos decir que es cosa de que el Sur es más agrario, lo cual no es necesariamente cierto debido a que Galicia, Asturias, Castilla y León y seguramente el resto también son muy agrarias. Estoy casi seguro que en tema de ser agrarios Castilla y León está a la par en hectáreas de cultivo con Andalucía (no está respaldado con datos, pero ambas son muy agrarias y muy amplias, aunque para nada parecidas en población, eso es cierto. Otro posible tema interesante, ¿está Castilla y León más mecanizada que Andalucía?), y si miramos los datos del paro, Castilla bate ámpliamente a Andalucía.

Entonces, ¿qué es eso que motiva esta diferencia? Tengo dos hipótesis, no necesariamente excluyentes. Primero la hipótesis histórica, en la cual creo en menor medida. La Reconquista finalizó en 1492, y todos los campos conquistados del sur fueron entregados a la nobleza en grandes extensiones (lo que después daría lugar a los grandes latifundistas del siglo XIX especialmente). Esto pudo motivar agrarización y de alguna manera llegar con eso hasta esta época. Pero no explica muy correctamente el tema (si es un poco mejor explicable vía Imperio Romano y todo el Mediterráneo, como sí se puede leer en una de mis primeras entradas en este blog donde hago un análisis algo en profundidad del tema).

Entonces nos queda la segunda hipótesis: el clima. El clima, enviado durante siglos y siglos a través de la historia, es un factor determinante en las personas que viven en una región. No es una casualidad que los alemanes sean más impersonales que nosotros, debido a su clima. Por ejemplo si no recuerdo mal, los escoceses (y creo que los irlandeses también) son bastante impersonales en bastantes aspectos, y ambos tienen un clima de mucha lluvia y días nublados.

Algo parecido a Asturias. Y al Norte en general. Nada que ver con el Sur, y con los países de bajas latitudes, donde predomina el calor y el buen tiempo. Una larga evolución en un clima donde las temperaturas son agradables todo el año no es ni parecida a un clima donde llueve más de la mitad de los días al año y en los inviernos las nieves cubren el lugar. El lugar donde vives te forja, y forja tu espiritu.Por eso creo que existen las dos Españas.

No es, como sugiriese Duran i Lleida, que los andaluces sean más vagos. No creo que trabajen peor o menos que el resto. Lo que creo es que tienen menos inclinación por trabajar. No es exactamente lo mismo, pero lo relevante es que tienen más inclinación por la vida fácil. Se demuestra con las tasas de abandono escolar de cada CCAA en el 2006, en pleno apogeo de la burbuja. Uso ese dato porque he encontrado un buen mapa explicativo.

Se observan importantes diferencias. Por lo pronto, la típica Norte-Sur, pero tambien ciertas diferencias en las regiones más al este, más hacia el Mediterráneo, respecto a las cantábricas. Especialmente relevante nuestro dato, el menor de España, y casi en la mitad de la media nacional.

Este mapa viene a apoyar esa idea que decía antes, de que las regiones del Sur (y nótese que aquí la peor es Valencia en la península) son distintas de las del Norte.


Pero vayamos llegando a las conclusiones finales. Qué sabor de boca nos deja esto. Pues el de siempre, que somos distintos todos, a pesar de lo que nos quiera decir la hipocresía. Todos somos iguales, dicen. No hay diferencias entre razas, ni entre hombres y mujeres. Vamos a ver, todas esas afirmaciones son falsas. Precisamente en la gracia de que no somos iguales está la belleza del asunto. In varietate concordia. Lema de la Unión Europea y nombre de este blog. Es muy importante reconocer que no somos iguales, que hay diferencias, y que todo el mundo requiere un trato distinto. Una medida buena para las CCAA del Norte no tiene por qué ser buenas para las del Sur y viceversa.

Por eso siempre digo, no seamos tan hipócritas de creernos eso de que somos todos iguales. Todos somos distintos, tenemos señas de identidad, y cada uno es como es, para bien y para mal. En cuanto reconozcamos esto, habremos entendido que para cada región de España, de Europa, se requieren fórmulas distintas.

¿Estoy hablando de descentralización en España? ¿De desintegrar la Unión Europea? No, no, no. Porque precisamente lo único importante es lo que debemos mantener siempre presente. Juntos, distintos, adelante. In varietate concordia.

Jesus Burgos Lobo

Semper Fidelis